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Una Parte De Mí
Publicado por ConsueLo , jueves, 4 de junio de 2009 22:24
He tenido la fortuna de nacer en este lugar del mundo, lo que para algún foráneo podría ser solo una pequeña ciudad, para mi es un conjunto de matices, un sinfín de características que la hacen tan linda para mi, no es cursilería, me parece mas bien que se trata de un amor que me es difícil explicar. He tenido 21 años, para conocer el entorno que me rodea, aun no lo termino de conocer, pero si lo he aprendido a valorar; que tristeza sentiría tener que alejarme de esta tierra, que me ha dado todo.
Gracias al único 'deporte' que me gusta (si es que se le puede llamar deporte a Caminar), y a los trabajos eventuales que he tenido, es que cada vez aprendo un poco mas de mi ciudad. Mientras cursaba el tercer año en la carrera de Idioma Extranjero, una profesora nos insto a apoyarla en un trabajo de campo, que consistía en recorrer las calles de nuestra ciudad encuestando casa por casa a los beneficiarios del Vaso de Leche, un trabajo muy agotador aunque al final me sirvió para conocer mucha gente, muchos lugares y muchas costumbres. Entre otros trabajos, aun me desempeño como mesera de un restaurant campestre, es así que puedo ver todos los fines de semana la belleza de la campiña tacneña, sentir el aire fresco y apreciar el verdor de los campos de cultivo.
A mis 21 años, durante los meses de 'vacaciones' de la universidad, tuve la oportunidad de apreciar mucho mas de cerca la realidad de tanta gente, quizás se deba a la poca madurez que ya poseo, y que tuve un sitio privilegiado desde donde observarla; Pasaje Vigil, nunca hay aburrimiento siempre hay algo que observar. Puedo observar desde las 9 de la mañana, gente caminando apurada hacia el banco, hacia sus centros de labores; observo a los 'lustrabotas' sentarse en lugares específicos para ofrecer su servicio, los canillitas transitando con sus periódicos bajo el brazo; mientras leo el diario, escucho gente discutir, volteo a ver, si una pareja discutiendo, pero ¿por qué no en privado?, bueno de eso se encarga el agente de seguridad ciudadana que esta siempre rondando por ahí. Gracias.
Al concentrarme por un momento, leo las noticias nacionales, más muertes en carreteras, escándalo por un caso pedofilia en un colegio privado de la capital, más casos de gripe AH1N1; termino de informarme, y empiezan a circular los 'ambulantes' ofreciendo sus productos, lo que necesitaba: una buena empanada caliente; luego de la hora del almuerzo, me puedo sentar en una banca del pasaje a tomar un poco de sol y observar una escena que me ha llamado la atención un mes entero: un joven aproximadamente a la 1 de la tarde de lunes a sábados, conversa animosamente con un lustrabotas, ya mayor y con un problema de discapacidad, no se de que hablan estoy muy lejos para oírlos, solo sé que junto a esa pared conversan horas de horas. Por la noche el tumulto de gente recorre las arterias de mi querida ciudad, todos hablan, con sus acompañantes, por celular, a veces solos; están siempre están ya identifico bastantes rostros conocidos, ellos también me conocen, pero no nos saludamos, solo nos conocemos de ‘vista’, aunque de vez en cuando entra “Tarzan” a saludar.
En estos últimos años, he visto que Tacna se ha ido enverdeciendo, jardines por aquí, jardines por allá, mi hermano dice “pero, ¿no estamos en zona de desierto?”, si quizás sea así pero muy aparte del ornato de puedan brindar los jardines son más que nada, oxígeno para nuestros pulmones; y me vuelve a preguntar “¿No hacen huelgas por falta de agua? Porque entonces gastan tanta regando tantos jardines”; debo decirle que no es la culpa de los jardines necesitar el agua, y quizás las autoridades construyeron tantos jardines por una buena razón; el problema del agua no se resuelve quejándose, deberíamos ser más concientes que depende de cada uno de nosotros, aprovecharla: no tirar el aceite de frente por el desagüe, no dejar el caño abierto mientras nos cepillamos los dientes, reparar las fugas de agua, etc.; sobre las huelgas solo puedo opinar que deberían conducirse de una manera que no nos afecte a nosotros mismos, los ciudadanos, sin obstaculizar el comercio y el turismo, que son los motores de nuestra ciudad.
Soy joven, soy diferente (todos somos diferentes), veo a mi localidad con “mis” ojos, de acuerdo a mi entorno, Tacna matizada, yo matizada, la cultura emana de cada pared, de cada vereda, cultura de la que busco empaparme, con ansias. Puedo decir que estoy contenta de haber aprovechado cada momento aquí, desde un domingo en la misa, hasta un concierto ‘subterráneo’ en un teatro; he conocido gente, desde un ‘mendigo’ sentado en la vereda, hasta el presidente regional (consumiendo unos picarones en el restaurant donde trabajo); conozco desde la esquina más maloliente, hasta las calles de las zonas más ‘exclusivas’; ahora que lo pienso y lo veo desde una perspectiva poco usual, Tacna y yo nos parecemos. Yo soy parte de ella y ella es parte de mí.
Gracias al único 'deporte' que me gusta (si es que se le puede llamar deporte a Caminar), y a los trabajos eventuales que he tenido, es que cada vez aprendo un poco mas de mi ciudad. Mientras cursaba el tercer año en la carrera de Idioma Extranjero, una profesora nos insto a apoyarla en un trabajo de campo, que consistía en recorrer las calles de nuestra ciudad encuestando casa por casa a los beneficiarios del Vaso de Leche, un trabajo muy agotador aunque al final me sirvió para conocer mucha gente, muchos lugares y muchas costumbres. Entre otros trabajos, aun me desempeño como mesera de un restaurant campestre, es así que puedo ver todos los fines de semana la belleza de la campiña tacneña, sentir el aire fresco y apreciar el verdor de los campos de cultivo.
A mis 21 años, durante los meses de 'vacaciones' de la universidad, tuve la oportunidad de apreciar mucho mas de cerca la realidad de tanta gente, quizás se deba a la poca madurez que ya poseo, y que tuve un sitio privilegiado desde donde observarla; Pasaje Vigil, nunca hay aburrimiento siempre hay algo que observar. Puedo observar desde las 9 de la mañana, gente caminando apurada hacia el banco, hacia sus centros de labores; observo a los 'lustrabotas' sentarse en lugares específicos para ofrecer su servicio, los canillitas transitando con sus periódicos bajo el brazo; mientras leo el diario, escucho gente discutir, volteo a ver, si una pareja discutiendo, pero ¿por qué no en privado?, bueno de eso se encarga el agente de seguridad ciudadana que esta siempre rondando por ahí. Gracias.
Al concentrarme por un momento, leo las noticias nacionales, más muertes en carreteras, escándalo por un caso pedofilia en un colegio privado de la capital, más casos de gripe AH1N1; termino de informarme, y empiezan a circular los 'ambulantes' ofreciendo sus productos, lo que necesitaba: una buena empanada caliente; luego de la hora del almuerzo, me puedo sentar en una banca del pasaje a tomar un poco de sol y observar una escena que me ha llamado la atención un mes entero: un joven aproximadamente a la 1 de la tarde de lunes a sábados, conversa animosamente con un lustrabotas, ya mayor y con un problema de discapacidad, no se de que hablan estoy muy lejos para oírlos, solo sé que junto a esa pared conversan horas de horas. Por la noche el tumulto de gente recorre las arterias de mi querida ciudad, todos hablan, con sus acompañantes, por celular, a veces solos; están siempre están ya identifico bastantes rostros conocidos, ellos también me conocen, pero no nos saludamos, solo nos conocemos de ‘vista’, aunque de vez en cuando entra “Tarzan” a saludar.
En estos últimos años, he visto que Tacna se ha ido enverdeciendo, jardines por aquí, jardines por allá, mi hermano dice “pero, ¿no estamos en zona de desierto?”, si quizás sea así pero muy aparte del ornato de puedan brindar los jardines son más que nada, oxígeno para nuestros pulmones; y me vuelve a preguntar “¿No hacen huelgas por falta de agua? Porque entonces gastan tanta regando tantos jardines”; debo decirle que no es la culpa de los jardines necesitar el agua, y quizás las autoridades construyeron tantos jardines por una buena razón; el problema del agua no se resuelve quejándose, deberíamos ser más concientes que depende de cada uno de nosotros, aprovecharla: no tirar el aceite de frente por el desagüe, no dejar el caño abierto mientras nos cepillamos los dientes, reparar las fugas de agua, etc.; sobre las huelgas solo puedo opinar que deberían conducirse de una manera que no nos afecte a nosotros mismos, los ciudadanos, sin obstaculizar el comercio y el turismo, que son los motores de nuestra ciudad.
Soy joven, soy diferente (todos somos diferentes), veo a mi localidad con “mis” ojos, de acuerdo a mi entorno, Tacna matizada, yo matizada, la cultura emana de cada pared, de cada vereda, cultura de la que busco empaparme, con ansias. Puedo decir que estoy contenta de haber aprovechado cada momento aquí, desde un domingo en la misa, hasta un concierto ‘subterráneo’ en un teatro; he conocido gente, desde un ‘mendigo’ sentado en la vereda, hasta el presidente regional (consumiendo unos picarones en el restaurant donde trabajo); conozco desde la esquina más maloliente, hasta las calles de las zonas más ‘exclusivas’; ahora que lo pienso y lo veo desde una perspectiva poco usual, Tacna y yo nos parecemos. Yo soy parte de ella y ella es parte de mí.
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